Trabajadores del mundo, descansad…

¡Feliz día del trabajador!, a quién pueda caer por acá.

En Nuestra América se ven muchas cosas hoy. Tal vez los dos hechos que veo como más destacados son la movilización popular que se realiza todos los años en Cuba desde hace muchos años para esta fecha y el otro es el anuncio de Evo Morales de la nacionalización de la subsidiaria de Repsol en su país.

De Europa me llegan noticias de manifestación y represión. Y del Norte lejano no quiero hablar.

Pero tal vez lo que me impresiona más es la aparición el luchador por los derechos humanos Juan Puthod. Ya se tejen teorías conspirativas, que de no aparecer se hubieran tejido otras similares. Al parecer comunicar la realidad, es someterla a una Cama de Procusto. Ayer un notorio presentador de televisión decía que Puthod iba a tener que dar explicaciones.

Parece mentira que en Argentina todavía tengamos que vivir con miedo y que estos fantasmas anden dando vueltas en nuestro Macondo. Pero lo más terrible es este clima de conspiración y contraconspiración. Esa suerte de para-ajedrez donde un hecho concreto pasa a ser en realidad una manipulación.

Creo que esa eterna discusión entre el huevo y la gallina, de la conspiración y la metaconspiración es un importante factor de nuestro atraso, del tiempo que hemos perdido y que nos ha inmovilizado como Nación.

¿Cómo lo superamos? Yo creo que la solución está en el trabajo. En hacer cosas, bien o mas o menos, pero hacerlas. Con amor y respeto por nuestros hermanos, pero haciendo, trabajando.

Así los próximas días del trabajador tendremos algo más interesante para contar que la -aliviante- aparición con vida de un hombre que lucha por los demás.

Feliz Día, que mañana hay que seguir.

¡Hasta la próxima, lector!